viernes, 19 de septiembre de 2014

Brutal intervención sobre la casa dieciochesca de la calle Santiago nº4

Vista parcial de la fachada antes de las obras.

Vista de la portada y eje derecho con los cierres de madera.

Aspecto actual del edificio, prácticamente demolido y despojado de gran parte de sus elementos.


Era cuestión de tiempo que el inmueble número 4 de la calle Santiago sufriera los envites de la ignorancia, el sinsentido de administraciones negligentes y la falta de técnicos y profesionales con alguna sensibilidad patrimonial.

Se trataba de una de las últimas viviendas históricas no intervenidas en el entorno de la denominada "judería" . Un edificio correspondiente a mediados del siglo XVIII entre medianeras, compuesto por planta baja más dos alturas. La primera planta aparecía recorrida por un amplio balcón alabeado corrido sobre tornapuntas que abarcaba toda la anchura de la construcción. En esta altura se abrían dos vanos, estando cerrado el derecho por un hermoso cierro de carpintería (correspondiente al siglo XIX).

En la segunda planta hay tres arcos ciegos donde se abrían  balcones cuadrados de escaso vuelo, con otro cierro en el derecho.

Destacaba la hermosa portada de mármoles y ágata en varios colores muy elaborados, que actualmente se encuentran desaparecido al igual que la mayor parte de los elementos decorativos de la fachada. Así, en la demolición se ha perdido prácticamente el 90% del conjunto, escaleras, vigas y posibles ménsulas, tejas, recogeaguas vidriados, etc.

Además el edificio comunicaba por atrás con otra vivienda dieciochesca (en el adarve medieval del número 74 de calle Granada) ya demolida para dar lugar a uno de los mayores horrores urbanísticos de los últimos años, los edificios que hoy integran la denominada plaza de la Judería, todos obra de Iñaki Pérez Lafuente. Véase entrada anterior

Seguramente la "salvación" de la fachada sea fruto de la presencia en la misma de pinturas murales con arquitecturas fingidas enmarcando los vanos de las plantas superiores. De no ser por las pinturas la demolición del edificio habría sido completa, pues pese a la antigüedad del inmueble, sus valores artísticos y ambientales, nadie se preocupó nunca de otorgarle un grado de protección arquitectónico.

Se da la circunstancia que uno de los propietarios del inmueble es Javier Imbroda -director técnico del área de Deporte- quien además recibió una cuantiosa ayuda económica 13.889 euros) del IMV destinada a la rehabilitación del inmueble (entiéndase fachadismo). Además la licencia de obras permite la adición de una nueva altura al conjunto, algo que ya es la tónica común en este tipo de actuaciones, desvirtuándose la imagen del conjunto y de su entorno (un Bien de Interés Cultural como es la vecina Iglesia de Santiago.

A estas alturas sólo podemos esperar que tras la intervención  sobre el solar, sean reintegrados el mayor número de elementos originales al conjunto, tras el desastroso tratamiento que se ha dado hasta ahora a un edificio tan interesante como era éste.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La Mundial, el ocaso de un símbolo: [...] Venceréis, [...] pero no convenceréis

Intervención de los bomberos el día 4/0/2014. Fuente: http://bodrios-arquitectonicos-centro-malaga.blogspot.com.es/
[...] Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España.”


La cita anterior corresponde a parte de las palabras  que el genial Miguel de Unamuno dirigió a Millán Astray el 12 de Octubre de 1936 como respuesta a la afirmación de Astray de “Muera la intelectualidad traidora”, “Viva la muerte” en un acalorado debate producido en la Universidad de Salamanca en plena Guerra Civil.


Setenta y siete años después no se ha cambiado tanto, los detentores de la riqueza, del capital, amos y señores de las instituciones por décadas, son los mismos, con otro nombre, pero los mismos, en los mismos cargos, las mismas decisiones, las mismas arbitrariedades...


Ahí tenéis el trofeo, impasible al paso del tiempo, asistiendo cuan sentenciado a muerte al alba a sus últimas horas. Tiempo ha pasado desde aquel día en que el Señor Eduardo Stracham recibiese el encargo de elevar un palacete a los Condes de Benahavís en el denominado Hoyo de Esparteros, lustros han pasado desde que entre sus muros se reuniesen algunas de las más importantes figuras de la España de la Restauración; décadas desde que acogiese la sede de la Subdelegación del Gobierno tras el pavoroso incendio que sufrió el palacio de la Aduana; años ofreciendo un descanso cómodo y económico a aquellos foráneos que venidos a Málaga elegían la Pensión "La Mundial" por su buena situación y elegante porte...


Y Málaga, como siempre ingrata con lo suyo, le da la espalda, ya no sirve, no da. Lo local no vale, en la lógica especulativa este edificio no es nada. Para los especuladores, corruptos, politicuchos, incultos, manipuladores, demagogos, arquitectos del tres al cuarto, barriobajeros y demás escoria local, la Mundial sólo va a recibir lo que merece, la acción de la piqueta demoledora, ¿el futuro? por todos es conocido...


Irónicamente, quiero agradecer enormemente el interés, apoyo e implicación mostrados por la Universidad de Málaga y muy especialmente el Departamento de Historia del Arte de la misma, a lo largo de estos años de lucha contra un proyecto focalizado por completo en la especulación urbanística a costa de la destrucción de Patrimonio Histórico PROTEGIDO.


Sólo puedo dar mis sinceras gracias a aquellos que a lo largo de este tiempo se han involucrado de alguna manera en esta lucha por lo nuestro, profesionales, simpatizantes, profesores comprometidos a título particular, ciudadanos a pie de calle, blogueros, asociaciones, estudiantes, etc. La lucha no termina aquí, caerá un símbolo, pero desgraciadamente Málaga tiene decenas de frentes abiertos que requerirán horas y horas de sinsabores y arduo trabajo.