viernes, 13 de diciembre de 2013

Sobre Zoido, Cubito, Pompidou, Paquito y el Soho


 
Málaga ha sufrido otra afrenta, le han herido su orgullo, el señor Zoido afirmó tras conocerse que el “cubo del puerto malacitano” acogería una subsede del Museo Pompidou que “Málaga nunca tendrá lo que tiene Sevilla”, y bien es cierto, sin embargo no voy a entrar en valorar el por qué Sevilla tiene tanto o Málaga menos en el sentido histórico-patrimonial, porque para ello tendría que retrotraerme al menos a la época taifa y desgranar unos avatares históricos que hicieron de Sevilla una de las ciudades más pujantes en la Historia Moderna europea.

Las palabras de Zoido sin embargo no iban por ahí, no dejaban de ser parte de una frustración (legítima o no) por no haberse colgado él antes la medallita. Lo cierto es que el ataque encendió los ánimos de la tropa secesionista y siempre molesta con Sevilla ¡y de qué manera!, Paquito (por eso que es del mismo partido) casi que no ha dicho nada, Bendodo que no se lo cree, si hubiese sido alguien del PSOE o IU organizan una manifestación en repulsa.

Mi  opinión en la eterna rivalidad entre ambas ciudades es de sobra conocida, y éste no deja de ser un episodio dentro de la larga lista de piques entre ambas capitales. Quisiera que aquellos que se han sentido tan profundamente dolidos y humillados por las palabras de Zoido, se diesen un paseo por el centro de la ciudad y barrios históricos y reflexionaran sobre su patrimonio local y sobre los políticos locales… ahí lo dejo.

Tampoco vamos a valorar en estos momentos la conveniencia o no de un Centro Pompidou en Málaga, acostumbrados ya a una serie de fracasos clamorosos en materia de Cultura por parte del equipo de gobierno actual que han supuesto un menoscabo para las arcas municipales de al menos cincuenta millones de euros. Personalmente creo que se trata de una noticia positiva para la ciudad, pero ello no es gratis, la subsede le costará al Ayuntamiento un millón de euros anuales en concepto de cánon al museo parisino (ello dividido por los setenta cuadros que se traerán nos da una cifra de cerca de 14500 euros por cuadro al año…).

Todas y cada una de las iniciativas culturales que se llevan o intentan llevar a cabo en nuestra ciudad, denotan un gran complejo de inferioridad por parte de nuestros políticos locales, ahí van algunos ejemplos, Marca Thyssen, Soho o el centro Pompidou, ¿necesita Málaga recurrir a términos foráneos para reivindicarse? La respuesta es sí, y ello nos muestra que ni se valora ni se apuesta por lo autóctono frente a la compra de franquicias. ¿Que tenemos un barrio totalmente olvidado, plagado de prostitución callejera?, pues le ponemos el nombre de Soho, lo peatonalizamos, derribamos buena parte del mismo, contratamos a algunos de los grafiteros más importantes y dejamos que se especule con sus terrenos, operación redonda aunque por el camino se lleve buena parte del patrimonio local, total, ¿quién va a querer ver la arquitectura del barrio del ensanche de la Málaga del siglo XIX cuando se llama Soho y tiene obras de Obey y D*Face?, ¡nosotros apostamos por lo internacional, la arquitectura malagueña no tiene valor alguno!

Con todo ello no quiero despreciar estas iniciativas, que serán más o menos acertadas, sólo pretendo poner en debate que ninguna de ellas es gratuita, claro está que la cultura no es ni debe ser gratis, pero una ciudad como la nuestra no puede tener tal dependencia de lo externo ninguneando en algunos casos y en muchos destruyendo deliberadamente lo propio. Lo ideal sería una conjunción entre la Málaga de siempre, la que se pierde a pasos agigantados y aquella otra llena de franquicias foráneas que es a la que se aspira a ser desde el Ayuntamiento. ¿Para cuándo un espacio dedicado a las Pinturas Murales, a Pedro de Mena, al Patrimonio Industrial, al Barroco local, a la Málaga Fenicia, etc?, ¿es que nada de eso tiene atractivo? ¿nada de eso vende?, la respuesta es que no interesa porque a los acomplejados que nos gobiernan les gustan los proyectos estrella, el Pompidou es la estrella de esta legislatura, ¿llegará a buen puerto?, el tiempo lo dirá.