lunes, 31 de diciembre de 2012

Balance del 2012 para el Patrimonio Malacitano


Hoy ponemos fin al año 2012 y vamos a hacer un pequeño balance sobre algunas de las agresiones más significativas que ha sufrido el patrimonio local a lo largo del último año, seguramente nos dejemos atrás alguna, como saben siempre estamos abiertos a sugerencias:



1     -Proyecto de demolición y demolición de las instalaciones militares en del antiguo Cuartel de la Trinidad.

Cronología: Siglo XIX-primer tercio del XX.

Pese a la total oposición tanto de colectivos ciudadanos como vecinos, la Junta de Andalucía demuele sin previo aviso los restos del cuartel en plena semana de navidad (los medios no se hacen eco de la noticia).



2    - Demolición de dos viviendas en calle Cobertizo del Conde.

Cronologías: Siglo XVIII el número 22, siglos XIX inicios del XX el número 20.

Englobadas dentro del proyecto de las tecnocasas, estas viviendas languidecieron hasta que su estado ruinoso llevó al Ayuntamiento a demolerlas. De nada sirvieron los intentos por salvar una vivienda con pinturas murales únicas en la ciudad (éstas fueron extraídas).



3    -Demolición de casona barroca en calle Postigo de Arance nº8.

Cronología: Segunda mitad siglo XVIII.

Tras años de abandono y descuido por parte de sus propietarios el Ayuntamiento obligó a demolerla perdiéndose así uno de los pocos ejemplos de viviendas pareadas barrocas que quedaban en la ciudad. No se rescataron ni balcones, rejerías, ni carpinterías del patio.



4    -Demolición en la calle Juan de Málaga nº6, demolición interna del nº 8 (fachadismo).

Cronología: Finales siglo XVIII.

Conjunto de viviendas testigos de la trama anterior a las reformas que asolaron esta zona en los años 60-70.



5    -Demolición de conjunto de viviendas obreras en las calles Constancia y San Andrés.

Cronología: 1886.

Obra de Eduardo Strachan para obreros de las industrias de la familia Larios. Era el último ejemplo de su tipología en la zona tras la total destrucción del Perchel Sur y el Bulto.



6    -Demolición del nº 5 de la calle Cuarteles.

Cronología: Último cuarto siglo XIX.

Constituía el último ejemplo de casa típica del barrio en la acera impar de la calle, en la que hoy día apenas quedan dos ejemplos arquitectónicos de su arquitectura popular.


7   -Demolición de la casa natal de Salvador González Anaya en calle Nuño Gómez nº13.

Cronología: Segunda mitad siglo XIX.

La calle Nuño Gómez ha venido sufriendo extraños sucesos a lo largo de este 2012, destacan el incendio del nº 13, el abandono del plan de rehabilitación de la casa natal de Cánovas del Castillo y la demolición de la de Salvador González Anaya.



8    -Caso de fachadismo en el nº 11 de la calle San Agustín.

Cronología: Siglo XVIII.

Edificio demolido salvo la fachada, perdiéndose un interesante edificio dieciochesco en una de las calles más turísticas y pintorescas de la ciudad.



-Caso de fachadismo en la calle Casapalma nº7.

Cronología: Finales siglo XIX, primer tercio siglo XX.

Interesante edificio de estilo Regionalista demolido excepto su fachada.


Insistimos que son muchos más los casos que se han dado, como la tremenda agresión  sobre la antigua Judería, Son  muchas las amenazas que aún se ciernen sobre otros importantes edificios como por ejemplo el Palacio Solesio (del Marqués de la Sonora), la casa de Cánovas, el hotel de Rafael Moneo en el Hoyo de Esparteros, los "cascarones vacíos" de la Plaza del Teatro y decenas de inmuebles repartidos tanto por el centro histórico como por los barrios de la ciudad sobre los que hay que estar siempre atentos para denunciar a tiempo las agresiones de las que son fruto.

Quisiera agradecer la inestimable labor de otros blogs como Bodrios Arquitectónicos del Centro de Málaga/Edifeicios, Málaga Monumental, Málaga en Verde, Torre Vigía, Pinturas Murales, Salitre nº24 etc.  por su desinteresada labor de denuncia y divulgación (alguna de cuyas imágenes han sido empleadas en este post). También a aquellos periodistas y políticos que a título particular nos han apoyado y se han preocupado por la salvaguarda de nuestro patrimonio; a arquitectos honestos que trabajan por del mismo: Antonio Díaz y Pablo Farfán, (y equipo) y cómo no a aquellos ciudadanos que nos siguen asiduamente.

Les deseamos un muy fructífero año 2013 a todos.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Sobre la declaración de la fiesta de los patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco: el caso malagueño.

Distintos ejemplos de patios andaluces en Córdoba, Málaga, Granada y Sevilla.


El pasado 6 de Diciembre la Unesco declaraba (por fin) Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la fiesta de los patios cordobeses, un evento singular que tiñe de color y gracia las primaveras de la antigua capital Omeya. Qué duda cabe que ello ha sido posible con la suma y el esfuerzo de muchos, los propios vecinos, colectivos ciudadanos, ayuntamientos sensibles a la fiesta y una correcta conservación del espacio protagonista el PATIO.

El patio como elemento articulador de un espacio, facilitador de relaciones interpersonales, espacio que ilumina, ventila, refresca el ambiente, mantiene la humedad en los calurosos veranos meridionales, ofrece el espacio para trabajos manuales, donde estaba colocado el brocal del pozo e innumerables macetas, donde y las señoras se arremolinaban en torno a los lebrillos para lavar la ropa, etc.

Puede afirmarse que el patio es la esencia de la casa mediterránea, un elemento imprescindible desde la Antigua Grecia, desarrollado por romanos y culminado bajo dominación musulmana, cuya tradición hicieron suya los cristianos tras la reconquista para legarla a las generaciones venideras. No fue hasta la globalización de la arquitectura en la segunda mitad del siglo XX con el denominado “Estilo Internacional” cuando esta tradición se perdió a favor de una arquitectura más impersonal, más seriada, menos proclive a las relaciones sociales entre sus habitantes.

Al igual que en Córdoba, en Málaga el patio constituía el elemento vertebrador de su vivienda típica entre los siglos XV y XIX.  En el último tercio del siglo XIX y coincidiendo con su despegue económico, la población de Málaga aumentó considerablemente fruto de la emigración rural sin que las propias infraestructuras de la ciudad estuviesen preparadas para soportar tal presión demográfica. Fue entonces cuando las propias élites económicas promovieron la construcción de los famosos “corralones malagueños”, que no eran otra cosa que viviendas plurifamiliares cuya esencia es el patio.

En Córdoba encontramos los patios, distribuidos por todo su centro histórico, en Sevilla la corrala, presente en barrios como Santa Cruz y Triana, en Granada el corral, presente en su centro histórico y barrio del Albaicín, y en Málaga el corralón, ¿dónde están los corralones?, contábamos con decenas de ellos en barrios como el Perchel, Trinidad, Molinillo, Goleta, Victoria, Bulto, etc. Hoy en día sólo se ha “rehabilitado” uno, el de Santa Sofía en la calle Montes de Oca, se han reconstruido dos en calle Feijoo, queda otro seriamente amenazado, el de las Dos Puertas, otro par en ruinas y el resto han sido demolidos. Por eso Málaga –capital-nunca podrá ser Patrimonio de la Humanidad en nada, no somos una ciudad modélica en lo que al tratamiento de las costumbres o espacios se refiere, los barrios históricos fueron heridos de muerte desde los años sesenta, y paulatinamente destruidos; en su centro histórico no cesan las demoliciones y la cultura es entendida desde su ayuntamiento a base de talonario y cifras astronómicas.

Corralón de Santa Sofía (2008), Dos Puertas (2012) y calle Blas Palomo en el Palo -años 60-.
Tipológicamente todos responden al mismo esquema, con las estancias o "salas" estructuradas en torno a uno o varios patios. Sus cronologías son muy amplias, conociéndose ejemplos que van desde la dominación musulmana hasta construcciones recientes que han sabido mantener este modelo arquitectónico. En Málaga, seguramente ya se diesen casas de vecinos en el siglo XVI, sin embargo las más antiguas que se conocen han correspondido a reocupaciones de edificios de los siglos XVII y XVIII, como por ejemplo ocurrió en el antiguo Mesón de la Victoria (hoy rehabilitado con acierto como Museo de Artes y Costumbres Populares) o la Casa del Obispo en el perchel (sede de la EPSA) de la que sólo se conservó la primera crujía.

Los ejemplos de viviendas unifamiliares sí son más numerosos, aunque al menos en el caso malacitano también menos accesibles.

Desde este rincón queremos felicitar a Córdoba y a los cordobeses que con su constancia y buen hacer han conseguido culminar un largo camino con el mayor reconocimiento cultural a nivel internacional, reconocimiento que por sí sólo supondrá aumentar el ya importante flujo de visitantes que eligen Córdoba como destino de vacaciones, con los beneficios económicos en todos los sectores que ello conlleva.